La recopilación
de medidas de radiometría ha llevado a la generación de
librerías o bibliotecas espectrales. En los ultimos años
el interés por estas librerías o bibliotecas ha crecido
ya que son una herramienta excepcional que:
- facilita
la interpretación automática de cubiertas a partir de
sensores hiperespectrales,
- ayuda a calibrar los valores de reflectividad
estimados a partir de las imágenes,
- sirven como
entrada para la extracción de modelos de mezclas espectrales,
para validar modelos de simulación
- combinados
con imágenes hiperespectrales, se utilizan para deducir el
contenido de humedad de la vegetación a partir de la inversión
de modelos de transferencia radiativa.
- se usan para determinar la resolución
espacial, espectral, temporal y radiométrica mas adecuada para
futuros sensores.
La mayor
parte de estas librerías o bibliotecas son fundamentalmente una
recolección de clases geológicas como la biblioteca del
USGS (http://speclab.cr.usgs.gov/spectral-lib.html),
o la ASTER (http://speclib.jpl.nasa.gov/).
Existen bibliotecas espectrales con algunas especies vegetales por ejemplo
la biblioteca MEDSPEC (http://www.landwatermed.net/cameleo/uk/res_medspec.html)
creada en colaboración por 7 países Mediterráneos,
la de Southampton en el Reino Unido (http://www.soton.ac.uk/~epfs/resources/speclibrary.shtml)
la de la Universidad de Santa Bárbara (Roberts et al., 1998),
la de Kentucky en Estados Unidos (http://www.murraystate.edu/qacd/cos/marc/projects/nasa98/veg_library)
o la biblioteca SPEC-CHIO (Bojinski et al., 2003) de Zurich, Suiza.
La teledetección
espacial ha mostrado ya en numerosos campos de aplicación sus
posibilidades para obtener información de gran calidad para la
mejor gestión del medio ambiente y los recursos naturales (Barret
y Curtis, 1992). Entre sus propiedades más importantes para el
estudio de las cubiertas vegetales cabe citar la observación
cíclica que proporcionan, la transmisión de datos en tiempo
real, la información sobre regiones no visibles del espectro,
la visión sinóptica, su cobertura exhaustiva del territorio,
y el formato digital de los datos (Chuvieco, 2002).
Los sensores
hiperespectrales ofrecen información en un espectro prácticamente
continuo, lo que permite discriminar parámetros críticos
de la vegetación y los suelos que no serían perceptibles
con sensores convencionales. De esta manera se llega a discriminar diversos
aspectos muy específicos relacionados con la vegetación
como el estado fenológico (Chen et al., 1998), la estructura
de la vegetación (Ustin y Trabucco, 2000), el contenido de agua
(Serrano et al., 2000, Riaño et al., 1999) o la cantidad de clorofila
(Zarco Tejada et al., 2000 y 2001).
Hasta hace
poco tiempo las imágenes hiperespectrales eran solamente aerotransportadas,
pero con la puesta en órbita de sensores hiperespectrales como
Hyperion (http://eo1.usgs.gov/sensors.php)
se han abierto nuevas posibilidades a la investigación, permitiéndose
una cobertura sistemática de la Tierra y una reducción
en el coste de adquisición de este tipo los datos. Estas nuevas
oportunidades de obtener información espacial, han puesto de
manifiesto la necesidad de dirigir nuestros esfuerzos a una mejor comprensión
de los datos facilitados por estas plataformas. Para ello una de las
herramientas que complementan a los sensores aerotransportados es la
radiometría de laboratorio y de campo.